miércoles, 23 de febrero de 2011

LOS GLACIARES DEL MONTE KILIMANJARO, ¿POSIBLE DESAPARICIÓN? 


Los glaciares o nieves perpetuas que aún hoy queda en la cima del famoso Monte Kilimanjaro en Tanzania (5891,8 m.), podrían desaparecer en la próxima década y tal vez incluso antes, según sale a la luz en el estudio publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de los EUA realizado por Lonnie Thompsons, prestigiosísimo paleoclimatólogo y glaciólogo, profesor de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Ohio.

Sus estudios in situ, en la montaña africana, indican que parte importante de esta pérdida de hielo es muy probable que se deba el aumento de las temperaturas globales. Aunque como trataremos de explicar más adelante, también los cambios en la nubosidad y sobre todo la escasez de las precipitaciones en su cima pueden desempeñar un papel muy importante a la hora de su posible regeneración.
Según Thompson, el primer cálculo de la pérdida del volumen de hielo, indica que el 85% del hielo que cubría la montaña en el 1912 se había perdido en la actualidad. De ese porcentaje, el profesor afirma que el 26% ha desaparecido en solo los últimos 7 años, por tanto mantiene la idea de que el proceso de fusión de hielo se está incrementando en estos últimos años.
A continuación en la siguiente imágen, se muestra la evolución de la capa de hielo en el glaciar Kibo, en el último centenar de años, donde se puede observar perfectamente el retroceso que han estado sufriendo los glaciares del monte Kilimanjaro:
Contornos del glaciar Kibo (Kilimanjaro) en los años 1912, 1953, 1976 y 1989
 2000 y 2007) y actualizado con la Universidad Estatal de Ohio. Fotografías aéreas tomadas
15 de octubre 2007.  Areal extensión (km2


Pero el profesor Thompson, no pone de manifiesto la reducción de la extensión de las capas de hielo, sino que también pone de manifiesto la reducción de altura de estas moles glaciares. Las cumbres de campos de hielo (Norte y Sur) en la cima del Kilimanjaro se han diluido en 1,9 metros y 5,1 metros, respectivamente. El glaciar más pequeño, el Furtwángler ha adelgazado el 50 por ciento entre 2000 y 2009. “Se ha perdido la mitad de su espesor, y muy pronto ya no lo podríamos ver más”, explicó Thompson
El equipo del profesor, así mismo perforó seis núcleos a través de los campos de hielo del Kilimanjaro en el año 2000 y publicaron sus hallazgos en la revista Science dos años después. Ese trabajo estableció valores de referencia detallados que con los datos más recientes se pueden comparar.
 La capa de hielo total (km2
) para los siete mapas (siete periodos tomados) permite calcular el porcentaje anuales y 
porcentaje de cambio en la cubierta de hielo por cada período de observación (es decir, calculado en relación con el mapa anterior) teniendo en cuanta el
 porcentaje total de la cubierta de hielo perdido desde 1912 hasta el año 2007

Se podría pensar, que esta reducción ya comprobada científicamente y por tanto totalmente fiable, está abocada a la desaparición de glaciares, pero podría plantearse la posibilidad de que que estos glaciares en vez de retroceder, avanzasen y en años futuros recobraran su protagonismo. Pero desgraciadamente la realidad es otra, y a continuación la vamos a intentar explicar.
Los glaciares que se han mantenido en la cima del monte Kilimanjaro, han perdurado aproximadamente durante los últimos 100.000 años, desde que tuviera lugar la última gran  glaciación Würm en Europa o Wisconsin en EE.UU, manteniéndose hasta hace aprox. 10.000 años. Por tanto estamos ante periodos pretéritos mucho más húmedos que consiguieron crear enormes moles de hielo en los puntos más altos de estos relieves. Pero en la actualidad, y desde los últimos 11.000 años aproximadamente nos encontramos en una etapa interglaciar, o lo que es lo mismo en una etapa más cálida entre periodos fríos, que al final y al cabo es lo que caracteriza al periodo Cuaternario, y más concretamente al Holoceno que es el que nos encontramos. Esta etapa viene marcada por una determinada configuración atmosférica y como hemos comentado por un progresivo aumento de la temperatura media global como corresponde a los periodos interglaciares, por tanto parece coherente que el retroceso de la capa helada será algo normal, aunque como sugieren los más partidarios del cambio climático antrópico y el profesor Thompson ese aumento se ha acelerado en las últimas décadas y por tanto la velocidad de fundición de los glaciares este en aumento. 
 Gráfica que muestra la evolución de las temperaturas desde el fin de la glaciación de Würm, la última que ha afectado de forma notable a nuestro planeta. 
Por contra los excépticos mantienen que probablemente esto no sea así. Según ellos, se sabe que perdió la mayor parte de su capa helada antes de 1960, en un periodo en el que no se observaron incrementos de temperatura. Su deshielo es atribuido a un efecto de sublimación asociado a su posición en el ecuador. Para ellos no parece muy correcto, como ocurre en algunos documentales, mostrar una foto del Kilimanjaro de 1912 y otra de 2006 como ejemplo de efectos del cambio climático, sin indicar que en 1960 la situación ya era muy parecida a la actual. Quienes tendrán razón, tarea dicifil, pero este es otro tema y muy complejo de abordar.
Pero si comentamos que las temperaturas van en aumento durante estos últimos miles de años, podemos comentar que las precipitaciones también progresivamente han ido disminuyendo como consecuencia de la actual configuración atmosférica. El siguiente ejemplo a mi parecer es bastante esclarecedor, de como se comportan las precipitaciones en la cima y por tanto en la "teórica" zona de formación de los glaciares en el monte Kilimanjaro. 
Como es sabido, el aumento de la precipitación con la altitud es una constante de todas las montañas, pero el gradiente pluviométrico altitudinal, o relación entre lluvia y altura, dista mucho de ser regular, y en cualquier caso lo es mucho menos que el gradiente térmico. en realidad cada montaña, cada vertiente, tiene su coeficiente de aumento pluviométrico. Pero además las precipitaciones se incrementan hasta determinado nivel, llamado óptimo pluviométrico, donde la pluviosidad es máxima, y disminuye a partir de  aquí a medida que se asciende hacia la cumbre. Pero aún hay más, en las montañas tropicales del centro-oriental africano se produce un importante fenómeno, que es la subsidencia anticiclónica, que provoca una fuerte inversión térmica de algunos centenares de metros de espesor, conocida como inversión de los alisios, que actúa como barrera de los movimientos verticales e impide eficazmente las lluvias

En efecto, cuando la altitud del relieve supera la superficie de discontinuidad del alisio, la parte superior de la montaña es seca, mientras que la más baja recibe cuantiosas lluvias. Valga el ejemplo de la montaña que estamos hablando, más concretamente de la vertiente sureste, en donde en la base de la montaña, a unos 2.200 m. de altitud se recogen de media 1854 mm, mientras que a unos 3.800 m. la cantidad acumulada ya se sitúa en 654 mm, bajando hasta los 203 mm a 4250 m. de altitud, y siendo de tan sólo 15 mm de precipitación anual, a 5800 m. de altitud, en la cima del Kilimajaro.
Por tanto, si en la cima de la montaña de Tanzania apenas se recoge precipitación, y el hielo que tenemos se funde, irremediablemente todo parece indicar que llegará un momento que los glaciares desaparezcan, y de momento, mientras sigamos con esta configuración atmosférica que tenemos, en unos años, quien visite el Monte Kilimanjaro ya no lo podrá disfrutar con su "típica" boina blanca.
Fuente: L. G. THOMPSON "Glacier loss on Kilimanjaro continues unabated"
LA NUBOSIDAD ALTA DEJA UN BONITO ATARDECER EN LA CAPITAL DEL SEGURA